Querido nadie

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martes, agosto 18, 2015
No quiero que pienses, quiero que vueles... conmigo.
Y tú no eres capaz de volar porque no tienes alas, porque no las quieres, porque no me quieres. Quieres y no quieres quererme, no quieres porque no te dejas. 
Te prohíbes sentir y si no sientes nunca aprenderás a volar.
Te he visto andar hacia atrás y coger carrerilla, impulsarte hacia delante para después quedar suspendido en la nada más absoluta.
Lo siento, pero no puedo quedarme en la nada, yo ya estuve allí y volví siendo todo.
Decidí ser todo para mí, para siempre, para otro todo.
Créeme, saldrás de la nada, aunque todavía no sepas que estás en ella, aunque nadie te haya contado a qué huele o qué hay allí.
Ahora solo tienes que tomar la decisión: aprender a volar o no.
No dejes que nadie decida por ti, no te ciegues, no dejes que te anestesien, no lo hagas tú.
Sé consciente y siente, solo así podrás ser libre y solo siendo libre podrás ser tú. Solamente siendo tú o yo se es único, y al fin y al cabo todos buscamos eso, no? Ser únicos y especiales para otro alguien, también único y libre.
No quiero ser nada para ti, no te quiero y no quiero quererte. 
Quiero que tú seas todo para ti y yo para mí, porque esa es la única manera de despegar el vuelo y lanzarse al vacío. 

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Breve y mojada reflexión

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martes, agosto 18, 2015
Cuando llegó a aquel enorme lago, la barca estaba ocupada.
Esperó pacientemente hasta que ella se marchó y ocupó su lugar gustosamente y sin pensarlo.
Le miró y le incitó a remar, Y titubeante cogió el remo y lo introdujo en el agua lentamente.
Pasó tiempo hasta que Y comenzó a remar muy despacio.
Por cada 10 de sus remadas, Y daba una; apenas avanzaban.
Siguió remando, pensando que con el tiempo él incrementaría su velocidad de remada. De hecho, Y a veces lo hacía, para luego volver a su velocidad habitual.
En lugar de avanzar, la barca solo daba vueltas en círculo, se estaba empezando a marear. Y parecía tranquilo y cómodo en su estancamiento.
573 vueltas en barca después, se dio cuenta de que nada cambiaría hasta que no abandonase el barco.
Después de pensarlo mucho, soltó el remo y saltó al agua.
No sin esfuerzo llegó a la orilla y abandonó el lago.

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FELICIDAD TERMINAL

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lunes, marzo 02, 2015

 No sé qué me pasa, de un tiempo a esta parte me siento extraño. Voy por la calle y me quedo ensimismado mirando lo que hay a mi alrededor y una fuerza extraña me impulsa a sonreír. Es más, sonrío habitualmente, desde que me levanto hasta que me meto en la cama otra vez.
Río a carcajadas más de la cuenta y no puedo parar de hacer lo que me da la gana, no puedo parar de disfrutar con cada cosa que hago.
Tengo miedo doctor, es algo que no me había pasado nunca, no puede ser bueno.
Mi vida se ha llenado de momentos inesperados e innecesarios que me hacen sentir lleno por dentro, pero parece que todo se me va de las manos. Me siento mejor que nunca pero no puedo controlarlo, esto debe ser contra natura, ¿sabe usted qué me está pasando?



Lamento decirle que estamos ante un grave caso de FELICIDAD TERMINAL, hacía mucho que no veía un caso así, de hecho son contadas las personas en el mundo con este tipo de patología.



¿Felicidad... terminal? No, no, no... no puede ser. ¿Tiene cura? ¿No me estará usted diciendo que... que me voy a morir?



Claro que tiene cura Sr. Martínez, debe empezar hoy mismo a ver las noticias tres veces al día y por supuesto, centrarse en las carencias de su vida. Olvídese de todas las cosas maravillosas que tiene y piense solo y exclusivamente en las que usted no tiene pero su vecino sí.
También debe pensar en todas las cosas malas que pasan a su alrededor: catástrofes naturales, muertes, desgracias ajenas... y tener miedo de la simple posibilidad de que alguna de estas cosas puedan pasar en su vida. 
Pero debo decirle que de felicidad terminal no se muere Sr. Martínez. De hecho, no me queda otra que avisarle de que acaba usted de empezar a vivir.

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