FELICIDAD TERMINAL

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lunes, marzo 02, 2015

 No sé qué me pasa, de un tiempo a esta parte me siento extraño. Voy por la calle y me quedo ensimismado mirando lo que hay a mi alrededor y una fuerza extraña me impulsa a sonreír. Es más, sonrío habitualmente, desde que me levanto hasta que me meto en la cama otra vez.
Río a carcajadas más de la cuenta y no puedo parar de hacer lo que me da la gana, no puedo parar de disfrutar con cada cosa que hago.
Tengo miedo doctor, es algo que no me había pasado nunca, no puede ser bueno.
Mi vida se ha llenado de momentos inesperados e innecesarios que me hacen sentir lleno por dentro, pero parece que todo se me va de las manos. Me siento mejor que nunca pero no puedo controlarlo, esto debe ser contra natura, ¿sabe usted qué me está pasando?



Lamento decirle que estamos ante un grave caso de FELICIDAD TERMINAL, hacía mucho que no veía un caso así, de hecho son contadas las personas en el mundo con este tipo de patología.



¿Felicidad... terminal? No, no, no... no puede ser. ¿Tiene cura? ¿No me estará usted diciendo que... que me voy a morir?



Claro que tiene cura Sr. Martínez, debe empezar hoy mismo a ver las noticias tres veces al día y por supuesto, centrarse en las carencias de su vida. Olvídese de todas las cosas maravillosas que tiene y piense solo y exclusivamente en las que usted no tiene pero su vecino sí.
También debe pensar en todas las cosas malas que pasan a su alrededor: catástrofes naturales, muertes, desgracias ajenas... y tener miedo de la simple posibilidad de que alguna de estas cosas puedan pasar en su vida. 
Pero debo decirle que de felicidad terminal no se muere Sr. Martínez. De hecho, no me queda otra que avisarle de que acaba usted de empezar a vivir.

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